El término albín se refiere a dos conceptos distintos.
En primer lugar, designa a un mineral conocido como hematites, que es una forma de óxido de hierro y se utiliza en diversas aplicaciones, incluyendo la fabricación de pigmentos.
En segundo lugar, en el ámbito de la pintura, el albín se refiere a un tono de carmesí obscuro que se emplea en técnicas de pintura al fresco, aportando riqueza y profundidad a las obras.