La palabra alborocera se refiere principalmente a un tipo de árbol conocido como madroño, que es característico de algunas regiones, especialmente en Aragón.
Este árbol es apreciado no solo por su belleza, sino también por su fruto, que es el resultado de su crecimiento.
Así, el término abarca tanto la planta como el producto que esta genera, destacando su importancia en la flora local y en la cultura de la zona.