El término alcalde de noche se refiere a una figura histórica que existía en algunas ciudades, encargada de rondar y velar por la seguridad durante las horas nocturnas.
Su función principal era prevenir desórdenes y mantener el orden público mientras la mayoría de la población descansaba.
Este rol refleja la importancia de la seguridad en la vida urbana y el esfuerzo por garantizar un entorno tranquilo para los ciudadanos.