El término alcalde del agua se refiere a una figura clave en ciertas comunidades de regantes, encargada de repartir y vigilar los turnos de riego.
Su función es fundamental para asegurar un uso equitativo y eficiente del recurso hídrico, promoviendo la colaboración entre los agricultores y garantizando que cada uno reciba la cantidad de agua necesaria para sus cultivos.
Esta figura refleja la importancia de la gestión del agua en la agricultura.