El término alcalde ordinario se refiere a un vecino de un pueblo que, en tiempos pasados, ejercía funciones de jurisdicción ordinaria.
Este cargo implicaba la responsabilidad de administrar justicia y mantener el orden en la comunidad, actuando como una figura clave en la gobernanza local.
Su papel era fundamental para asegurar el cumplimiento de las leyes y el bienestar de los habitantes del pueblo.
Para una comprensión más amplia, se recomienda consultar la definición de alcalde.