Alcibíades fue un destacado general y político ateniense del siglo V a.C., nacido en una noble familia.
Educado por Pericles, se convirtió en una figura influyente en Atenas, aunque su vida privada excéntrica y su carácter dominante generaron desconfianza en la democracia.
A pesar de su brillantez, los atenienses temieron su ambición, lo que, según Tucídides, contribuyó a su propia ruina.
Fue también discípulo de Sócrates y jugó un papel crucial en varias campañas militares.
Biografía de Alcibíades
(450?-404 a. de J.C.). General y político ateniense, hijo de Clinias, a la muerte del cual (447) fue educado por Pericles. Nacido en el seno de una noble y poderosa familia y dotado de exquisitas prendas personales, muy pronto llegó a ser una de las primeras personalidades de Atenas. La extravagancia e irregularidad de su vida privada y su carácter dominante le hicieron, sin embargo, sospechoso a la democracia. Temerosos los atenienses de que intentase derrocar su constitución y erigirse en déspota de la ciudad, 'no supieron aprovechar todas las posibilidades de su genio singular, con lo que, a juicio de Tucídides, labraron su propia ruina.
Alcibíades fue discípulo predilecto de Sócrates, quien le salvó la vida en la batalla de Potidea (431) y a quien devolvió el favor salvando la suya en Delium (424). Hacia el año 422 encabezó el partido de la guerra en oposición a Nicias. Indujo a Atenas a unirse a Argos en contra de Esparta en Mantinea (418) ya emprender la gran expedición a Sicilia (415), que mandaron el propio Alcibíades, Nicias y Lamaco. Complicado en el escándalo religioso provocado por la mutilación de unos Hermes y la profanación dedos misterios de Eleusis, fue emplazado ante los tribunales, pero, en vez de presentarse, buscó refugio en Esparta, donde indujo a los lacedemonios a enviar refuerzos a Siracusa, celebrar una alianza con Persia y prestar apoyo a Chíos en su intento de sacudir el yugo de Atenas. Pero Agís y otros jefes espartanos, celosos de los éxitos de Alcibíades, ordenaron a sus generales de Asia que lo asesinasen. Al descubrirse la conjura buscó la salvación en la huida y se acogió a la protección del sátrapa persa de Sardes, Tisafernes, que tenía órdenes de actuar de acuerdo con los espartanos. Supo hacerse empero indispensable al sátrapa y le convenció de que la ruina total de los atenienses era contraria a los intereses de Persia. Al mismo tiempo recuperó el favor de los atenienses y logró que Tisafernes-abandonase el bando espartano. Durante los cuatro años siguientes consiguió las victorias de Abydos (411) y Cícico (410), se apoderó de Caldedonia y Bizancio y el 407 volvió a Atenas, donde fue nombrado comandante en jefe de todas las fuerzas. Mas la derrota sufrida al año siguiente en Notium por su lugarteniente Antíoco provocó la destitución de Alcibíades, que se desterró voluntariamente a Bitinia. Después de tres años de inactividad murió asesinado en Frigia.
Alcibíades fue tan brillante soldado como notable estadista. Poseyó además en otros aspectos dotes extraordinarias. Pero su desmedida ambición estorbó en gran medida su carrera.