Las aleaciones del bismuto son combinaciones de este metal con otros, que destacan por sus propiedades únicas.
Aunque el bismuto ha sido utilizado en la farmacopea, su uso como elemento de aleación es fundamental.
Al añadirse a metales como el hierro, acero y aluminio, mejora su mecanizado.
Estas aleaciones, especialmente las que contienen un 50 % de bismuto, son valoradas por su bajo punto de fusión y su comportamiento al solidificar, siendo útiles en aplicaciones como soldaduras y sistemas de seguridad.
aleaciones del bismuto
El empleo del bismuto en la farmacopea, a las veces el más importante, ha cedido la primacía a sus aplicaciones como elemento de aleación. Añadido en pequeñas cantidades al hierro, acero y a las aleaciones de aluminio, facilita su mecanizado. Las aleaciones con uno o más metales, como el plomo, estaño, cadmio o cinc, tienen puntos de fusión bajos (v. Metal fusible). Las que contienen un 50 % de bismuto varían poco de volumen al solidificar, las que tienen menos se contraen y las más ricas se dilatan. Algunas se emplean en soldadura; otras, como material para hacer tapones fusibles de seguridad en sistemas automáticos de riego contra incendios, en calderas y en dispositivos cortacircuito. Las aleaciones fusibles que se dilatan al solidificar son muy importantes para el moldeo de tipos de imprenta y en el vaciado de reproducciones de objetos que no resistirían temperaturas más elevadas, a las que funden otros metales o aleaciones. Un metal para modelos usado en los talleres de fundición se compone de 55,5 % de bismuto y 44,5 % de plomo; una aleación para matrices de forma complicada lleva un 48 % de bismuto junto con plomo, estaño y antimonio. Los Baños de aleaciones líquidas de bismuto se utilizan para tratamientos térmicos y en la tintura de tejidos. Bismuto o mezcla de bismuto y plomo, pulverizados, se añaden a los artículos de caucho para hacer opacos los rayos X.
