La aleda es una sustancia cerosa elaborada por las abejas obreras a partir de sus glándulas cereras.
Esta cera cumple un papel esencial en la construcción y mantenimiento de las colmenas, actuando como material de construcción y agente impermeabilizante.
Además de proteger contra la humedad, la aleda contribuye a mantener una temperatura estable en el interior de la colmena.
Asimismo, se emplea en la crianza de las crías de abeja al servir como base para las celdas de cría y como almacén de alimento.
La recolección de aleda por parte de los apicultores es una actividad crucial en la apicultura, dado que su producción es un proceso continuo en la vida de una colmena.
La aleda es una sustancia cerosa producida por las glándulas cereras de las abejas. Esta cera es fundamental para la construcción y mantenimiento de las colmenas, ya que sirve como material de construcción y como agente impermeabilizante. La aleda es secretada por las abejas obreras y se utiliza para recubrir las paredes internas de la colmena, proporcionando protección contra la humedad y ayudando a mantener una temperatura estable en el interior.
Además de su función estructural, la aleda también desempeña un papel crucial en la crianza de las crías de abeja, ya que sirve como base para la construcción de celdas de cría y como almacén de alimento para las larvas. La producción de aleda es un proceso continuo en la vida de una colmena, y su recolección por parte de los apicultores es una parte importante de la apicultura.
Etimología u origen de la palabra aleda: proviene del latín allĭta, femenino de allĭtus, participio pasivo de allinĕre que significa "untar".