El alfarero es un artesano especializado en la fabricación de vasijas de barro. Para ello, utiliza técnicas tradicionales que han sido transmitidas de generación en generación.
El proceso de creación comienza con la selección y preparación del barro, que debe ser adecuado para moldear y resistente para soportar las altas temperaturas del horno. Luego, el alfarero utiliza sus manos y herramientas específicas para dar forma a la vasija, ya sea utilizando la técnica del modelado a mano o utilizando un torno.
Una vez que la pieza adquiere la forma deseada, se deja secar al aire libre para que el barro pierda la humedad excesiva. Luego, se realiza el proceso de cocción en un horno cerámico, donde la vasija es sometida a altas temperaturas para que se endurezca y adquiera su resistencia final.
El alfarero tiene un papel fundamental en la conservación de las técnicas tradicionales y en la promoción de la cultura del barro. Muchos alfareros también se dedican a la decoración de las piezas, utilizando distintas técnicas como el esgrafiado, el vidriado o la aplicación de engobes.
Además de vasijas, el alfarero también puede fabricar otros objetos cerámicos, como platos, tazas, jarrones o adornos. Su trabajo es apreciado tanto por su valor funcional como por su estética, ya que las vasijas de barro son consideradas obras de arte en muchos casos.