Las algas pardas son un grupo de algas de gran tamaño y complejidad estructural, pertenecientes a las Feofíceas.
Predominan en aguas saladas, especialmente en zonas templadas y poco profundas, como las costas rocosas de Nueva Inglaterra y el Pacífico noroccidental.
Aunque algunas son microscópicas, muchas alcanzan longitudes impresionantes, superando los 100 m.
Estas algas contienen clorofila y un pigmento llamado fucoxantina, que les otorga su característico color pardo.
Son las algas mayores y de mayor complejidad estructural. La mayoría de las algas pardas (Feofíceas) son plantas de agua salada, que prosperan principalmente en las aguas más frescas de las zonas templadas del océano. Abundan, sobre todo, en las aguas poco profundas, a lo largo de las costas rocosas como la de Nueva Inglaterra y la del Pacífico noroccidental. Algunas especies son de tamaño microscópico, pero la mayoría adquiere una longitud de hasta 15 cm; otras pueden rebasar los 100 m. Las mayores algas pardas se conocen con el nombre vulgar de Kelp.
Todas las algas pardas poseen clorofila y elaboran por tanto su propio alimento; además poseen un pigmento pardo llamado fucoxantina, que disimula el color verde de la clorofila. Los cuerpos de muchas especies poseen vejigas de aire, llenas de gases, que dan flotabilidad a algunas partes de la planta. Las diversas partes de las grandes algas pardas no se clasifican en raíces, tallo y hojas, porque carecen del característico tejido diferencial y de la estructura general de las verdaderas raíces, tallo y hojas de las plantas de superior desarrollo. La reproducción en estas algas es variada. Algunas especies asexuales producen zoosporas móviles que tras un corto periodo de flotación se posan y dan origen a nuevas plantas. En todas las especies existe la reproducción sexual, unas veces por la fusión de pares de gametos similares, otras por la unión de gametos disimilares. La reproducción del Fucus vesiculosus es un ejemplo de este último tipo; en esta especie existen plantas de sexo diferenciado. Estas algas producen sus órganos sexuales en pequeñas cavidades de los extremos ensanchados de las ramas, llamadas talos. Estas cavidades, portadoras de los gametos macho y hembra, pueden existir en la misma planta o en plantas distintas, según las especies. Cuando los órganos sexuales están maduros, se abren, liberando en el agua óvulos y esperma. Un espermatozoide fertiliza un óvulo, y el huevo fertilizado, llamado cigoto, da lugar a una nueva planta, macho o hembra. La reducción en el número de cromosomas tiene lugar cuando los gametos ya están formados, de manera que la fase haploidea del ciclo vital en el alga consiste sólo en células sexuales. En otras especies de algas pardas, el ciclo vital comprende dos generaciones.
Las algas pardas tienen considerable importancia. Algunas son fuente alimenticia para los peces y animales marinos; otras producen la yodina medicinal, alimento humano y de animales y substancias fertilizantes.