La alicina es una substancia que se obtiene del ajo y destaca por sus propiedades antibióticas.
A diferencia de otros antibióticos, como la penicilina, la alicina actúa eficazmente contra ciertos gérmenes que son resistentes a tratamientos convencionales.
Su descubrimiento ha generado interés en el ámbito de la salud, dado su potencial para combatir infecciones y contribuir al bienestar general.