Un almácigo es un lugar específico utilizado para sembrar semillas con el propósito de que germinen y se conviertan en plantas.
Por lo general, se trata de un recipiente como una bandeja, maceta o cajón lleno de tierra fértil donde se colocan las semillas para su desarrollo inicial antes de ser trasplantadas al lugar definitivo en el jardín o huerto.
Un almácigo es un espacio destinado a la siembra de semillas con el fin de germinarlas y cultivar plantas.
Por lo general, se trata de una bandeja, maceta o cajón con tierra fértil donde se colocan las semillas para que puedan desarrollarse antes de ser trasplantadas al lugar definitivo en el jardín o huerto.
El almácigo suele ubicarse en un lugar protegido, como un invernadero o una ventana soleada, para garantizar las condiciones óptimas de temperatura y humedad que favorezcan la germinación de las semillas. Es importante mantener el almácigo húmedo pero no encharcado, y proporcionarle luz suficiente para que las plántulas crezcan sanas y fuertes.
La utilización de almácigos es fundamental en la práctica de la jardinería y la agricultura, ya que permite controlar el proceso de germinación y crecimiento de las plantas desde sus primeras etapas.
De esta manera, se asegura una mayor tasa de supervivencia y un desarrollo más vigoroso de las plantas, contribuyendo al éxito del cultivo.
Origen etimológico de almácigo: proviene de almáciga