El término almaja se refiere a un derecho que se pagaba en la región de Murcia por ciertos frutos recolectados en tierras de secano.
Este concepto refleja una práctica agrícola y económica específica de la zona, donde los agricultores debían abonar una cantidad por la cosecha de productos que crecían sin riego artificial.
La almaja es, por tanto, un elemento que conecta la tradición agrícola con las normativas locales.