La palabra almanta tiene dos acepciones importantes en el ámbito agrícola.
En primer lugar, se refiere a un entreliño, que es el espacio que se deja entre las hileras de cultivos para facilitar el crecimiento y el acceso a las plantas.
En segundo lugar, designa un terreno que ha sido marcado con surcos para guiar las siembras, asegurando así una distribución adecuada de las semillas y optimizando el uso del suelo.