El término alorarse se utiliza principalmente en Chile para describir el proceso de ponerse de color tostado debido a la exposición al sol y al viento.
Esta acción puede ocurrir en la piel, especialmente durante actividades al aire libre, y es un fenómeno común en climas soleados.
Alorarse implica una transformación visible que refleja la interacción entre el cuerpo humano y las condiciones ambientales.