Procedimiento muy utilizado por la industria del petróleo para preparar gasolina de alto índice de octano.
Se basa en el descubrimiento de que los aléanos o parafinas se unen con las olefinas o hidrocarburos no saturados si se emplea un catalizador apropiado.
De modo más general se emplea también este término para describir todo proceso químico mediante el cual se añade un radical alquílico a una molécula orgánica.
La alquilación es un proceso fundamental en la industria petroquímica que permite mejorar las propiedades de los hidrocarburos, especialmente en la producción de gasolina de alta calidad.
Este procedimiento se lleva a cabo en unidades especializadas conocidas como unidades de alquilación, donde se combinan los hidrocarburos para formar compuestos más complejos y con mejores características para su uso como combustible.
En la alquilación, se emplean catalizadores ácidos fuertes que facilitan la unión de los alquenos con los alcanos, generando compuestos con mayor número de carbonos en su estructura. Este proceso químico resulta en la formación de productos con propiedades mejoradas, como un mayor índice de octano, lo que se traduce en una mayor eficiencia y rendimiento en motores de combustión interna.
Además de su aplicación en la industria del petróleo, la alquilación también se utiliza en la síntesis de compuestos orgánicos en el ámbito de la química orgánica. En este sentido, el término alquilación se refiere a la adición de un grupo alquilo a una molécula orgánica, lo que puede modificar sus propiedades físicas y químicas, así como su reactividad en diversas reacciones químicas.