m. Aparato para convertir las vibraciones eléctricas en sonoras, luego rectificadas por un receptor radiotelefónico. También usarlo para ampliar sonidos ante un micrófono.
Origen etimológico de altavoz: Compuesto de alta y voz.
Segundo diccionario: altavoz
Origen de la palabra: (De alta y voz.)
m. Aparato que reproduce en voz alta los sonidos transmitidos por medio de la electricidad.
—electrodinámico. Aquel en el que la bobina con la corriente de alta frecuencia está sobre un diafragma móvil. Ver: altavoz electrodinámico2º artículo
Dispositivo que se utiliza en los sistemas amplificadores o reproductores de sonido y que accionado por energía de señales eléctricas radia energía acústica en un local cerrado o en el aire libre. Hay altavoces que se construyen con el fin de que reproduzcan los sonidos con la mayor fidelidad posible y que se aplican a los aparatos domésticos de alta fidelidad, tocadiscos, radio, televisión y magnetófonos o en salas de proyección cinematográfica, mientras que otros se utilizan para la difusión de sonido en grandes áreas siendo la fidelidad de menor importancia.
En los altavoces se llama motor al elemento que transforma las señales eléctricas en movimientos mecánicos. En los llamados altavoces magnéticos, los movimientos mecánicos se producen mediante reacciones magnéticas y pueden ser de bobina móvil o de armadura magnética. Los primeros son los más comunes y en ellos el elemento móvil es una bobina suspendida en un campo magnético constante. Las señales eléctricas pasan por la bobina creando un campo magnético variable que combinado con el campo magnético constante hace que se mueva la bobina siguiendo el ritmo de las señales eléctricas. La bobina está unida a un diafragma, generalmente cónico, que transmite los movimientos mecánicos al aire en forma de ondas sonoras. En los altavoces de armadura magnética, la bobina por donde pasan las señales eléctricas es fija y el elemento móvil una armadura unida al diafragma. El campo magnético constante necesario en estos dos tipos de altavoces se produce con un imán permanente o con un electroimán.
En los altavoces de condensador o electrostáticos las fuerzas mecánicas se originan mediante reacciones electrostáticas y en esencia son condensadores, uno de cuyos electrodos puede moverse y actúa como diafragma. Pueden ser de dos o tres electrodos y necesitan una tensión continua de polarización para aumentar la sensibilidad y disminuir la distorsión. Otros altavoces utilizan las propiedades piezoeléctricas de los cristales para originar los movimientos mecánicos.
La fuerza ejercida por el motor tiene que ser transmitida a una carga acústica repartida en una extensa área. Para hacer esto con eficacia el diafragma tiene que ser lo más ligero y rígido posible. Los diafragmas de forma cónica son los que se utilizan más comunmente por su rigidez. Frecuentemente la palabra «cono» se utiliza como sinónimo de diafragma en los altavoces de radiación directa. El cono se comporta como una línea de transmisión mecánica que radia energía en todos los elementos de área, formándose ondas que van desde el punto de excitación hasta los bordes en donde se reflejan, y ondas circulares que se desplazan alrededor del diafragma. La reproducción de las frecuencias sonoras depende de las dimensiones y forma del cono. La mayoría de los conos tienen forma circular, pero también se construyen elípticos, que se aplican en los receptores de radio y televisión.
Para evitar efectos de interferencia entre las ondas generadas en la parte anterior y posterior del cono, hay que montar los altavoces en cajas o en superficies planas que comunmente se conocen por la palabra inglesa baffler. La forma y dimensiones de los baffles son muy variadas, pudiendo consistir en cajas completamente cerradas o con aberturas, generalmente son de madera y en su interior llevan material absorbente para amortiguar las ondas sonoras.
En los altavoces de bocina se sustituye la combinación de cono y baffler por una bocina, generalmente de forma exponencial, que acopla las vibraciones producidas por el motor del altavoz al medio ambiente. Para reproducir correctamente las bajas frecuencias, la bocina tiene que ser muy grande pero utilizando bocinas re-entrantes o sea dobladas sobre sí mismas, puede conseguirse igual fidelidad de reproducción sin que el tamaño sea exagerado.
Las características fundamentales de un altavoz son: el rendimiento, la potencia que puede aplicársele, la directividad, gama de frecuencias y fidelidad.
El rendimiento es la relación de la energía acústica de salida (intensidad sonora) a la energía eléctrica de entrada (potencia de audiofrecuencia). El rendimiento medio de los altavoces de cono es de 3 al 10 %, y el de los de bocina del 20 %. Los altavoces de bocina son generalmente más directivos que los de cono con baffle, pero estos últimos distribuyen el sonido sobre un área más extensa. La producción de frecuencias bajas es en general no direccional, pero la de frecuencias altas puede ser acusadamente direccional.
Es muy difícil conseguir una reproducción fiel de toda la banda de frecuencia sonoras con un solo altavoz. Normalmente se produce distorsión en alguna parte de la banda de frecuencia puesto que para obtener una buena calidad en las frecuencias más altas se precisa un diafragma más sensible y una bobina más ligera que para las bajas frecuencias. Para evitar esta distorsión se emplean altavoces dobles que consisten en dos altavoces montados coaxialmente sobre la misma bobina de campo. Las bajas frecuencias se reproducen con el cono más grande y las altas frecuencias con un pequeño cono o bocina. La unidad de alta frecuencia puede estar compuesta de varios elementos direccionales. Esta disposición múltiple contribuye también a conseguir alta fidelidad que está basada en una distorsión mínima con igual rendimiento en todas las frecuencias. La reproducción de una amplia banda de frecuencias con alta fidelidad exige a veces el empleo de más de dos unidades. En todos los casos de altavoces múltiples es necesario utilizar circuitos de corte para evitar la distorsión de intermodulación y que las frecuencias más bajas entren en las unidades de alta frecuencia.
Para la reproducción de sonido estereofónico se emplean dos o más altavoces o conjunto de altavoces. La fidelidad de la reproducción estereofónica depende no sólo de la calidad de los altavoces sino de su colocación con respecto al auditorio.