El Alto Alentejo es una provincia oriental de Portugal, caracterizada por su vasta extensión de 12,659 km².
Limita al norte con Beira Baixa, al este con España, al sur con Baixo Alentejo y al oeste con Ribatejo y Estremadura.
Su relieve, que se asemeja a la Extremadura española, presenta una penillanura ondulada y algunas sierras.
Con un clima árido y vegetación mediterránea, su capital, Évora, es un importante centro cultural y económico de la región.
Alto Alentejo (provincia)
Prov. oriental portuguesa. Es de las más extensas, con 12659 km2. Limita al N con la prov. de Beira Baixa, al E con España, al S con la prov. de Baixo Alentejo y al O con las de Ribatejo y Estremadura.
Su relieve es una prolongación de la Extremadura española: en su mayoría es una penillanura suavemente ondulada, de 300 a 400 m de altitud, de la que emergen algunas sierras que no sobrepasan los 1000 m (San Mamed, Caixeiro, Ossa, Monturado y Mendro). Hay tres cuencas hidrográficas: la del Tajo, a la que vierten el Nisa, Sever, Seda, Raia y. otros; la del Guadiana, en que desaguan el Caia, Degebe y sus numerosos afluentes; y la del Sado, a la que fluyen el Xarrama y Alcacovas. Tiene un clima de los más áridos de Portugal: temperaturas muy calurosas en verano y lluvias inferiores a los 500 mm anuales. La vegetación es de tipo mediterráneo: encinas, alcornoques y una gran variedad de. matorrales (jaras, lentiscos y madroñales).
Evora, la capital, concentra casi el 10 % de la población. Otros centros importantes son Portalegre, Elvas, Estremoz, Fronteira, Castelo de Vide, Nisa; y Montemoro-Novo.
La economía se basa en la agricultura, de carácter extensivo. Predomina la gran propiedad, cuyo origen se remonta a la Reconquista, cuando se repartieron grandes extensiones de terreno entre la nobleza y las Órdenes Militares. Hay dos formas predominantes de explotación: el «montado», en el que se limpia un bosque de alcornoques o de encinas para cultivar cereales con largos barbechos, al mismo tiempo que se aprovecha el corcho y se crían porcinos en montanera; más recientes son las roturaciones, comenzadas en la segunda mitad del siglo xix para el cultivo de cereales con barbecho. En algunas zonas se ha repartido la gran propiedad y se han instalado algunos regadíos, especialmente en las márgenes del Guadiana.