La altura del sonido se refiere a la elevación de un sonido, determinada por la rapidez de las vibraciones que lo generan.
Las frecuencias altas producen sonidos más agudos, mientras que las bajas generan tonos más graves.
En la música, esta altura se mide con el diapasón y se ha estandarizado a lo largo de los años, siendo actualmente 440 vibraciones por segundo para la nota "la" en muchos países, lo que permite una mayor armonía entre los instrumentos.
Mayor o menor elevación de un sonido, que depende de la rapidez mayor o menor de las vibraciones que lo producen. Las frecuencias altas producen sonidos altos y viceversa. El sonido en los instrumentos musicales se comprueba mediante el diapasón y también puede regularse por medio de osciladores electrónicos. Desde hace más de 200 años se ha fijado con bastante exactitud la altura de los sonidos representados por las notas en la escala musical. A mediados del siglo xix se quiso dar mayor brillantez sonora a los instrumentos de viento usados en la orquesta y el diapasón subió varios grados en los diferentes países. En la actualidad, el continental o francés equivale a 439 vibraciones por segundo para la nota la ya 440 vibraciones para la misma nota en los Estados Unidos. En 1899 los principales constructores de pianos europeos y americanos convinieron adoptar el diapasón francés para todos los instrumentos.