Origen de la palabra: (del latín allucinatio, -onis.)
f. Acción de alucinar o alucinarse.
Sensación subjetiva que no va precedida de impresión en los sentidos.
fig. Todo desvío de la imaginación.2º artículo
Fenómeno definido como una falsa impresión sensorial, consistente por ejemplo, en la percepción de una voz imaginaria o en la visión de un objeto que no tiene existencia real. Las alucinaciones persistentes, constituyen síntomas de un trastorno mental y se encuentran íntimamente relacionadas con las ideas delirantes, con las cuales tienen características comunes generalmente coexisten. La diferencia entre ambas consiste en que la Idea delirante es una creencia y no una sensación errónea. La alucinación y la Ilusión se han confundido a veces; sin embargo, en la ilusión el objeto sensorial está presente y es perceptible por los demás, si bien el enfermo lo interpreta como algo diferente.
Existen diversos tipos de alucinación, entre los que se incluyen los visuales, auditivos, táctiles, etc., según que la falsa sensación afecte a uno u otro de los sentidos. Las alucinaciones más frecuentes son las visuales y las auditivas; una alucinación visual puede consistir simplemente en la apreciación de un centelleo luminoso, aunque con frecuencia reviste caracteres más complejos, como en la representación de algún objeto en particular o incluso de escenas completas. Las alucinaciones auditivas toman por lo general la forma de voces, de carácter agradable o desagradable y que pueden ser tanto injuriosas como reprensivas. Las alucinaciones se presentan por lo general en alteraciones del tipo de la Paranoia y de la Esquizofrenia y en los estados de hambre intensa; se aprecian también con frecuencia en ciertas intoxicaciones por drogas, tal como ocurre con la morfina, cocaína y alcohol. Véase Delirium tremens; Toxicomanía.
Las alucinaciones suelen presentarse como resultado de una disociación de la consciencia, si entendemos por ésta la desvinculación de un grupo de ideas de la personalidad normal; estas ideas, en su curso y desarrollo, se hacen independientes del mando de dicha personalidad. Aunque las alucinaciones forman parte de la conciencia, el sistema de ideas que expresan debe considerarse como una porción disociada de la conciencia del individuo, disociación que es el resultado de un conflicto mental de tono emocional intenso. Cuando la persona se enfrenta con dos sistemas de ideas incompatibles y contradictorios, surge el problema y el individuo evita el conflicto disociando el uno del otro. El campo de la conciencia se encuentra dividido en compartimientos estancos, entre los cuales no existe comunicación; así puede verse que un hecho característico de las alucinaciones es que la persuasión y la razón son por completo inefectivas contra ellas.
Muchas alucinaciones se producen como resultado de un estado fisiológico anormal. La existencia de un trastorno patológico en un punto cualquiera de un trayecto nervioso puede repercutir sobre sus órganos sensoriales terminales y percibirse como si fuera un estímulo normal. Ya se sabe que padeciendo una enfermedad del oído interno pueden escucharse sonidos imaginarios y que, cuando existe un proceso patológico que afecta a la pituitaria, pueden percibirse olores también imaginarios; hecho similar es la sensación de andar sobre alfileres que sufren los enfermos afectos de ataxia locomotriz. A pesar de todo, no se conocen exactamente las bases fisiológicas en las que se apoyan estas sensaciones anormales. Véase Mentales, Trastornos.