Los alumbres son compuestos químicos que consisten en sulfatos dobles de metales alcalinos y aluminio, con una fórmula general que incluye agua en su estructura.
Estos cristales, que pueden presentar variaciones en su composición, son ampliamente utilizados en diversas aplicaciones, como en la industria de la tintorería, en productos para el tratamiento del papel y en ciertos extintores.
Además, su forma calcinada se emplea en medicina por sus propiedades astringentes.
Sulfatas dobles de los Metales alcalinos y del aluminio; tienen por fórmula AlM (SO4)2. 12H2 O, en la que M puede ser sodio, potasio, rubidio, cesio, amonio o talio; el aluminio puede ser remplazado por cromo, hierro y galio. El selenio puede substituir al átomo de azufre en la estructura de estas sales mixtas y, no obstante, los compuestos se clasifican también como alumbres. Comúnmente se encuentran cristalizados, generalmente en formas isomorfas, es decir, que tienen la misma estructura cristalina unas u otras especies. El alumbre común o sulfato alumínico potásico y el alumbre amoniacal son los de mayor importancia comercial.
Se emplean adicionados a los polvos sucedáneos de la levadura y en ciertos extintores de incendios. También se usan como mordientes en tintorería, en el apresto del papel y en materiales ignífugos.
Por el calor, los alumbres pierden agua y algo de trióxido de azufre; el producto, denominado «alumbre calcinado», tiene uso medicinal como astringente. Los alumbres son muy solubles en agua caliente, pero mucho menos en frío, por lo que es fácil y barato purificarlos por cristalización F. P. Cassaretto