Cuando se dice que algo o alguien es "amable" en este sentido, se está haciendo referencia a que esa persona o cosa despierta sentimientos de afecto, simpatía o cariño en los demás.
Ser digno de ser amado implica tener cualidades o actitudes que generan aprecio y consideración por parte de los demás.
Un individuo amable es aquel que se muestra gentil, considerado y respetuoso con los demás, lo que le hace merecedor del afecto y la estima de quienes lo rodean.
Ejemplos de uso: "Su actitud amable y comprensiva siempre hace que los demás se sientan bienvenidos".
"La sonrisa amable de la recepcionista nos hizo sentir cómodos desde el primer momento".
En esta segunda acepción, "amable" se refiere a una actitud cálida, cordial y atenta hacia los demás. Ser una persona amable implica mostrar afecto, amabilidad y cortesía en las interacciones con los demás, creando así un ambiente agradable y positivo en las relaciones interpersonales.
Quien es amable suele expresar su cariño y consideración de manera genuina, mostrando empatía y preocupación por el bienestar de los demás.
Ejemplos de uso: "Siempre es un placer conversar con ella, es tan amable y atenta".
"Su gesto amable al ofrecer ayuda a su vecino demuestra su buen corazón".
Etimología u origen de la palabra amable: La palabra "amable" proviene del latín "amabilis", que significa "digno de ser amado". El sufijo "-ble" se utiliza en español para formar adjetivos a partir de verbos, indicando la capacidad o posibilidad de realizar la acción expresada por el verbo. En este caso, "amable" se refiere a la cualidad de ser digno de ser amado.