El término amantar se refiere principalmente a la acción de alimentar a un bebé con leche materna.
Sin embargo, en un contexto más familiar, también puede significar cubrir a alguien con una manta o ropa, sin ajustarla al cuerpo.
Esta doble acepción refleja tanto el cuidado y la protección que se brinda a los más pequeños como el acto de abrigar a quienes lo necesitan, resaltando la importancia de la calidez y el cuidado en nuestras relaciones.