El Río Amazonas es el río más extenso del mundo, ubicado en la vasta cuenca central de América del Sur.
Su extensión abarca una superficie de aproximadamente 7000000 km2, rodeada por importantes accidentes geográficos.
Destaca por su caudal, anchura, profundidad y sistema navegable, superando al Congo en tamaño.
La cuenca del Río Amazonas es equivalente a 14 veces España y a toda Australia, lo que lo convierte en un río de gran relevancia a nivel mundial.
Río Amazonas
La inmensa cubeta central de América del Sur, comprendida entre los Andes Orientales al O, el Macizo de las Guayanas al N y la serie de sierras y cordilleras del Este brasileño, en una superficie de unos 7000000 km2, está ocupada por la cuenca de un río: el Amazonas.
Es el primer río del mundo, tanto por la extensión de su cuenca, como por su caudal, anchura, profundidad y amplitud de su sistema navegable.
Por el primer concepto, la extensión de la cuenca duplica casi la del Congo, que le sigue en importancia, y alcanza una extensión equivalente a 14 veces España y a toda Australia.
Comprende más de la mitad del Brasil, una pequeña parte de Venezuela meridional, amplias zonas orientales de Colombia y Ecuador y la mayor parte de Perú y Bolivia.
Carácter aún más destacado tiene por su caudal, que oscila normalmente entre los 80000 y 120000 m3/s y que alcanza en las máximas crecidas hasta los 170000 m3.
El hecho de correr, en general, en el sentido de los paralelos y cerca de la línea ecuatorial le hace recibir afluentes de ambos hemisferios, con crecidas en épocas distintas y por consiguiente con un régimen muy regular.
Su extraordinaria anchura y profundidad, su inmenso estuario de 250 km de anchura, la potencia de sus aguas que dulcifican las del Océano hasta una distancia de 200 km, la importancia de sus afluentes y la perfecta navegabilidad de éstos y del río principal son otras tantas causas que contribuyen a dar importancia excepcional al Amazonas.
Bastante confusa es la cuestión del nacimiento y nombre del Amazonas, ya que son varios los criterios geográficos para señalar sus fuentes; como además atraviesa varios países, cada uno le ha dado al río nombre distinto.
En cualquier caso las diversas ramas que lo forman nacen en la cadena de los Andes, a poca distancia del Océano Pacífico, pero por la inclinación general del terreno han de atravesar casi todo el continente sudamericano, casi por su parte más ancha, antes de alcanzar el Atlántico por un amplísimo estuario.
Se suele tomar como rama madre del Amazonas al río Marañón, que tiene sus fuentes en el lago de Lauricacha, próximo al Cerro de Pasco, en el departamento peruano de Junín, hacia los 10° de latitud S y a unos 4200 m de altitud.
Con dirección NO corre entre las cordilleras Occidental y Central de los Andes peruanos, con un curso encajado en el que ha de salvar rápidos y cataratas, hasta que en la zona próxima a la frontera ecuatoriana salva los Andes Orientales por el «pongo» de Manseriche, y cambia su dirección por la O-E con la que atraviesa todo el Brasil en una longitud de más de 4500 km a través de espesísimas selvas vírgenes, cortadas por los afluentes y subafluentes del gran río y por la serie interminable de brazos laterales, «igarapés» (canales de canoa), lagunas, etc. En Iquitos el río se encuentra ya a menos de 200 m de altitud y allí da comienzo la navegación regular.
Pero, si en vez de atender a la altitud de sus fuentes se toma en consideración la distancia al mar, hay que considerar como rama madre del Amazonas al río Ucayali, formado a su vez por los ríos Apurimac y Urubamba, que nacen entre los 15 y 16° de latitud S, en las proximidades del lago Titicaca, al S del Perú. Recorre el Ucayali toda la República peruana de S a N, al este de la Cadena Oriental de los Andes, por territorios de selvas vírgenes.
Se une en Nauta con el Marañón y con este nombre continúa el río hasta Tabatinga, en la frontera peruano-brasileña, donde toma el nombre de Solimoes que ha caído en desuso, substituido por el de Alto Amazonas. En la confluencia con el río Negro, a los 60° de longitud O, toma el nombre definitivo de Amazonas, que parece, tener su origen en una narración más o menos legendaria sobre una belicosa tribu femenina que opuso tenaz resistencia a los conquistadores españoles.
Los primeros afluentes importantes del Marañón proceden de la izquierda, de los Andes ecuatorianos: en las proximidades del Chimborazo nacen el Santiago, Mor oña y Pastaza, mientras que el Tigre nace en el volcán Sangay.
Después de recibir por la derecha al Huallaga, que nace en el Cerro de Pasco, muy próximo al Marañón, y corre entre las cordilleras Central y Oriental de los Andes del Perú, se reúne en Nauta con el Ucayali, que, además de formarse por el Apurimac y el Urubamba, recibe las aguas de los Andes centrales por el Pampas, Mantaro y Perene.
Al abandonar la zona montañosa pierde velocidad y gana en cambio anchura, que en el tramo medio del río —hasta la unión con el Negro— alcanza ya los 2 km, engrosado por el caudal del Caquetá o Yapura. La velocidad de las aguas en el curso superior es considerable, 8890 m/h según La Condamine, mas luego se ve reducida por la pendiente insignificante de la Amazonia (hasta menos de 2 cm/km), que impone a la corriente un desarrollo lento.
El tramo medio del río Amazonas
Puede considerarse como tal el comprendido entre la unión del Marañón-Ucayali y la del Solimóes-Negro, que da nacimiento al nombre definitivo de Amazonas.
Al ganar el río anchura y perder velocidad se empiezan a formar numerosas lagunas y ciénagas, así como múltiples desviaciones laterales y variadas ramas transversales que forman una red inextricable por donde la corriente penetra en direcciones opuestas según las estaciones. Este fenómeno se manifiesta aún con mayor intensidad en el curso bajo del río.
Después de pasar por Iquitos el Amazonas (con nombre de Solimoes) recibe al Napo, río ecuatoriano que nace en las proximidades de Quito y del volcán Cotopaxi, corre de NO a SE y tiene tantos bancos de arena en su cauce que sólo es accesible para embarcaciones de poco calado; el Ñapo recibe las aguas del Guraray.
Cerca de Tabatinga, una de las más importantes estaciones de navegación del río, recibe el Amazonas las aguas del Yavari, que forma en todo su trayecto la frontera entré Perú y Brasil y es navegable para barcos de vapor , en parte de su curso.
Desde Tabatinga el Amazonas es un río exclusivamente brasileño. Por Sg.n Antonio recibe al Putumayo o lea, río de largo curso que nace en Colombia cerca del Cerro de Pasto y que antes de unirse al Amazonas forma con éste una gran península interior.
Por la orilla derecha, después del Jutahy (Jutaí para los brasileños), aguas abajo de Fonte Boa, le llega el caudaloso Jurúa, río de 2150 km de curso, que, aunque nace en el Perú como su afluente el Tarancá, discurre casi todo él por territorio brasileño.
En Tefé el Amazonas ve su caudal engrosado por el aporte de dos ríos: por la derecha el Tefé y por la izquierda el Caquetá o Ya-purá, formado por varias ramas que nacen, casi todas, en la Cordillera Central de Colombia; aumentan el caudal del Caquetá sus afluentes Yari y Apaporis, y desagua en el Amazonas por brazos de varios kilómetros de anchura, siendo uno de los principales afluentes del gran río brasileño.
Después de recibir al Coarí, el Amazonas se engrosa notablemente por el aporte del Purús, que por sus 3200 km de curso, su enorme caudal y la gran extensión de su cuenca es el tercero entre los afluentes amazónicos. Nace en el Perú oriental, cerca de las fuentes del Madre de Dios, y recibe en territorio brasileño al Acre, Ituxy y Tapauá.
En Manaus, o más exactamente unos kilómetros más abajo, termina su curso el primero de los afluentes septentrionales del Amazonas por su importancia: el río Negro, que con más de 3000 km de curso y un caudal extraordinario figura entre los mayores ríos del globo. Sus aguas negruzcas ensucian las del Amazonas y después de haber salvado los rápidos de su curso superior amansa sus aguas, hasta el punto de ser rechazadas por las del Amazonas. Su rama madre es el Guainia, pero el más largo e importante de sus afluentes es el Uapés, procedente de Colombia.
El Negro se relaciona con el Orinoco por medio del Casiquiare, hecho de gran importancia porque así se enlazan dos de las principales cuencas fluviales de América del Sur. Después de recibir al Uapés el curso del Negro es paralelo al Amazonas a lo largo de muchos kilómetros y se engrosa con varios afluentes: Maraya, Padauri, Deminí, Blanco y Yanapery, antes de rendir sus aguas al Amazonas.
Con la débil pendiente del tramo medio se multiplican las lagunas, ciénagas y derivaciones laterales, que ensanchan a veces tanto el río que no llega a divisarse una orilla desde la otra; aumenta también la profundidad, que oscila entre 25 y 80 m.
En los lugares de recepción de afluentes han surgido pequeños núcleos de población que jalonan el curso del río: Nauta, Iquitos, Tabatinga, Sao Paulo de Olivera, Santo Antonio de Icá, Tefé, etc. En la unión con el Negro se inicia la navegación marítima que al penetrar hasta Manaus encuentra todo el tráfico comercial de la selva amazónica (caucho sobre todo) conducido hacia el mar, especialmente por vapores ingleses.
Toda la cuenca del Amazonas es baja y si el Atlántico se elevara solamente 100 m la mayor parte de ella se convertiría en un gran golfo. Así llegan a formarse reuniones naturales entre las cuencas de los grandes ríos, como el Orinoco y el Río Negro.
La amplitud, profundidad y volumen de las aguas responden a las condiciones de longitud, número y caudal de sus afluentes. Si en Tabatinga la anchura del río era de 2500 m, aguas abajo de Santarém alcanza 16 km para estrecharse en Obidos a 1800 m.
Hay sitios, como en las proximidades de los grandes afluentes, en que el Amazonas da la impresión de mar; la profundidad es variable, pero rebasa en algunos lugares los 60 m.
Tiene el Bajo Amazonas sus tormentas, como el mar, y las olas se levantan a buena altura. Las mareas oceánicas remontan en el flujo el curso del río hasta cerca de los 1000 km y en ciertas épocas se produce en la desembocadura del río, por el macareo o choque de la corriente y la marea ascendente, un ruido especial que los habitantes designan con el nombre de «pororoca»; este fenómeno ocurre durante los tres días que suceden al novilunio o al plenilunio.
El mar se yergue súbitamente al romper el dique que el río le opone, empuja las aguas hacia su origen e invade en unos minutos la desembocadura en lugar de llenarla en seis horas.
Las aguas blanquecinas del Amazonas se distinguen largo tiempo en plena mar y forman un río de agua dulce entre las saladas del océano; son de un color gris ceniciento.
Gran número de afluentes tienen un color negro profundo, pero la masa gris y arremolinada del río principal sigue su curso y se puede observar a manera de dos ríos yuxtapuestos, separados por una línea de demarcación bien señalada; al fin el gris predomina y el negro acaba por desaparecer, quedando la corriente como una capa de agua dulce y color de arcilla. Las aguas reflejan un bosque hermoso.
A veces el río se divide y extiende desmesuradamente a través del bosque costero y avanza por un conjunto de brazos y canales secundarios llamados paranás, furos e igarapés, que se hinchan formando estanques y lagos de durmientes aguas, cubiertos por desmesurados nenúfares, los Victoria Regia, o bien dando lugar a pantanos sumergidos por la anual inundación.
Cerca de Itaquatiara el caudal del Amazonas se ve notablemente reforzado por el aporte del Madeira, su principal afluente de la derecha. Este río tiene un curso de 3200 km desde las fuentes del Mamoré y una cuenca tan extensa como la del Amazonas propiamente dicho, sin que su caudal desmerezca gran cosa en relación con el del río principal.
Comprende la cuenca del Madeira casi toda Bolivia y su línea divisoria con la del Plata se encuentra cerca de Sucre. Su rama principal es el Guaporé, que nace en la meseta de Mato Grosso, en el Brasil, y, sucesivamente, mientras forma frontera entre Brasil y Bolivia, recibe al Paraguá, Bronco, Magdalena, San Miguel y Mamoré.
Cambia el río su nombre por el de este último afluente, que con el nombre de Río Grande nace en Cochabamba, describe una inmensa curva y recibe numerosos afluentes (Yepacane, Chapura, Secure, Yacuma, etc.). La corriente formada recibe -luego al Beni formado por la unión de tres ríos: Beni, Madre de Dios y Orton, y toma entonces el nombre de Madeira, con el que penetra en el Brasil, donde recibe todavía numerosos afluentes (Abuná, Gi-Paraná, Aripuaná, etc.) antes de unirse al Amazonas.
Entre el Madeira y el Tapajoz, ambos afluentes de la derecha, recibe el Amazonas por la izquierda al Urubú, Uatumá, Jamundá y Trombetas (con su tributario el Erepecurú) y poco después de la unión de este último, en Obidos, el río debe estrecharse hasta 1800 m, aunque poco más adelante, al unírsele el Tapajoz, alcanza 16 km.
El Tapajoz es otro de los grandes afluentes amazónicos; se forma por la unión del Sao Manuel-Parañatinga y del Arinos-Juruena, que proceden del macizo brasileño de Mato Grosso. Su cuenca es también muy grande y su longitud superior a los 1500 km. En esa misma meseta nace el Xin-gú, que también tiene un curso muy largo (en el que recibe por la izquierda al Iriri) y se une al Amazonas al comenzar el estuario.
Por la izquierda los últimos afluentes del Amazonas son: Maicurú, Parú y Jari. Finalmente en la misma desembocadura de Pará se une al Amazonas el Tocantins, que, como su afluente el Araguaia, nace en la meseta de Goiás y tiene un largo curso; ambas ramas van paralelas en muchos cientos de kilómetros.
Al recibir el Amazonas al Xingú, aguas arriba de Gurupa, empieza su estuario que llega a alcanzar 250 km de anchura y en el que forma con sus aportes la gran isla de Marajó. Desagua en el Atlántico por una serie de bocas, todas ellas de gran anchura y fácilmente navegables, la principal de las cuales es la de Pará, la más meridional y a la que afluyen, además del Tocantins, el Anapú, el Pacajá, el Acará Grande y el Capim.
Las crecidas de los afluentes del Amazonas se compensan; corresponden al paso del Sol por el cénit en ambos hemisferios. La gran crecida comienza a fines de febrero y continúa hasta mediados de junio, alcanzando hasta 24 m sobre el nivel del estiaje. Otra crecida secundaria se produce en noviembre-diciembre, con 5 m sobre el estiaje de verano.
La cuenca del Amazonas es una inmensa selva virgen, con gran riqueza de flora y fauna, acrecentada ésta por la riqueza en pesca del río, en el que existen más de 2000 especies de peces, entre los que destaca el arapaima, que llega a medir 5 m y a pesar 250 kilogramos.
Descubrimiento del río Amazonas e importancia económica
La desembocadura de este río fue avistada en 1499 por el capitán Vicente Yáñez Pinzón, quien estuvo a punto de irse a pique con su carabela por la violencia del «pororoca». La parte superior del Amazonas fue reconocida cuando la conquista del Perú por Francisco Pizarro.
Sólo en 1541, cuando Francisco de Orellana hubo descubierto el Amazonas, se reconoció que el Marañón peruano y el río descubierto por Yáñez Pinzón eran uno mismo. Lope de Aguirre en 1560 y Pedro Teixeira en 1637 completaron la exploración.
En 1743 el académico y astrónomo francés La Condamine desciende desde el Perú al Atlántico por el Amazonas y da a conocer muchas de las riquezas de su cuenca.
En 1819 y 1820 los viajeros Spix y Martins exploraron dichas regiones. A éstas siguieron otras expediciones y en 1899 pudo darse por conocido todo este sistema fluvial amazónico.
Por el desarrollo de su red fluvial navegable (unos 50000 km), por servir como vía de penetración en la selva virgen, para la que representa el medio de exportar sus ricos productos (caucho especialmente) y por ser sus orillas y las de sus afluentes las únicas zonas de población de la gran selva sudamericana, el Amazonas puede considerarse como uno de los ríos de mayor importancia económica del globo, lo que explica las numerosas expediciones de reconocimiento de que ha sido objeto.
La importancia de la red fluvial navegable es excepcional, no sólo para el Brasil, sino también para Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, que gracias a este sistema pueden exportar algunos de sus productos de la zona oriental.
De gran importancia para la navegabilidad del río principal es la regularidad de su régimen, en el que las crecidas de los afluentes del norte alternan con las de los tributarios del sur.
El cauce principal es navegable ya en territorio peruano, desde Manseriche, y en Iquitos comienza la navegación por barcos de bastante calado gracias a la extraordinaria anchura y profundidad del cauce y a la corriente relativamente suave, que permite remontarlo con bastante facilidad.
Tabatinga, Obidos y sobre todo Manaus son importantísimos centros fluviales que concentran la producción cauchífera de las selvas brasileñas. Todo el tráfico del río se dirige en última instancia al puerto marítimo de Belérn (o Pará), en la boca meridional de su amplio estuario.
Dispone el Amazonas de más de 5200 km navegables, pero además sus infinitos afluentes son navegables en trayectos largos; superan los 1000 km de navegabilidad el Putumayo, Japura y Negro por la izquierda, y el Javari, Jutahy, Juruá, Purús, Madeira, Tapajoz, Xingú y Tocantins por la derecha. Numerosos afluentes son también navegables en menor longitud y la red se acrecienta con los numerosísimos subafluentes.
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Preguntas de los visitantes
¿Cuál es la vertiente del río Amazonas?
Nombre: Luna - Fecha: 02/10/2023
¡Hola! Estaba leyendo sobre el río Amazonas y me surgio la duda, ¿podrían decirme por favor cuál es la vertiente de este majestuoso río? ¡Gracias!
Respuesta
La vertiente del río Amazonas es la vertiente atlántica. El río Amazonas nace en los Andes peruanos y atraviesa varios países de América del Sur, como Perú, Colombia y Brasil, antes de desembocar en el océano Atlántico. Por lo tanto, su vertiente es la que drena hacia el océano Atlántico.
¡Hola! Me interesaría conocer más sobre cómo se lleva a cabo el control social del agua en el río Amazonas. ¿Podrían proporcionar información detallada al respecto? ¡Gracias!
Respuesta
El control social del agua en el río Amazonas se refiere a la gestión y regulación de este recurso por parte de la sociedad, con el objetivo de garantizar su uso sostenible y equitativo. El río Amazonas es una fuente vital de agua dulce y biodiversidad, por lo que su control social implica la participación de diferentes actores, como comunidades indígenas, organizaciones ambientales, gobiernos y otros grupos interesados.
El control social del agua en el río Amazonas implica la implementación de políticas y medidas que promuevan la conservación de los ecosistemas acuáticos, la protección de las fuentes de agua, la prevención de la contaminación y la promoción de un uso responsable y justo del recurso. Esto puede incluir la creación de reservas naturales, la regulación de actividades humanas que afecten el agua, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la educación ambiental.
Es importante destacar que el control social del agua en el río Amazonas debe ser un proceso participativo y democrático, donde se escuchen y consideren las voces de todas las partes interesadas. Esto garantiza una gestión más efectiva y justa del recurso, teniendo en cuenta las necesidades de las comunidades locales, la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible de la región.