El término amerar tiene dos acepciones principales.
En primer lugar, se relaciona con el verbo merar, que implica un proceso de disminución o reducción.
En segundo lugar, se refiere a la acción de que el agua se introduzca gradualmente en la tierra o en una fábrica, o a que la humedad se acumule en un lugar.
Este concepto es relevante en contextos agrícolas e industriales, donde el manejo del agua es crucial.