El término amercendeador y su forma femenina amercendeadora se refieren a una cualidad que ha caído en desuso.
Se utiliza para describir algo o alguien que se amercendea, un verbo que también ha perdido relevancia en el lenguaje actual.
Esta palabra, de carácter antiguo, evoca un tiempo en el que su uso era más común, pero hoy en día se considera una acepción anticuada que apenas se escucha.