La amigdalitis es una afección común en la cual las amígdalas, ubicadas en la parte posterior de la garganta, se inflaman debido a una infección bacteriana o viral.
Esta inflamación puede causar dolor de garganta, dificultad para tragar, inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello y fiebre.
Puede ser causada por bacterias como el estreptococo del grupo A o virus como el de Epstein-Barr o el del herpes simple.
La amigdalitis es una afección común en la cual las amígdalas, que se encuentran en la parte posterior de la garganta, se inflaman debido a una infección bacteriana o viral. Esta inflamación puede resultar en dolor de garganta, dificultad para tragar, inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello y fiebre.
La amigdalitis puede ser causada por diferentes bacterias, siendo la bacteria estreptococo del grupo A una de las más comunes. También puede ser provocada por virus como el virus de Epstein-Barr o el virus del herpes simple.
En términos generales, la amigdalitis bacteriana tiende a ser más severa que la viral. Además, la amigdalitis estreptocócica puede llevar a complicaciones más graves, como fiebre reumática o glomerulonefritis postestreptocócica, si no se trata adecuadamente.
El diagnóstico de la amigdalitis suele involucrar un examen físico de las amígdalas, así como una evaluación de los síntomas y la historia clínica del paciente. En algunos casos, pueden ser necesarios análisis de laboratorio, como un cultivo de garganta o una prueba de detección rápida, para identificar la causa subyacente de la amigdalitis.
El tratamiento de la amigdalitis depende de la causa subyacente. En el caso de la amigdalitis viral, generalmente se recomienda un manejo sintomático con analgésicos, líquidos calientes y descanso. Sin embargo, si la amigdalitis es causada por una infección bacteriana, puede ser necesario el uso de antibióticos para combatir la bacteria.
En ocasiones, cuando la amigdalitis es recurrente o crónica, puede considerarse la extracción quirúrgica de las amígdalas, conocida como amigdalectomía. Sin embargo, esta medida solo se toma en casos específicos y bajo la recomendación de un especialista en otorrinolaringología.