El término amillarar se refiere a la acción de regular los caudales y las granjerías de los habitantes de un pueblo.
Este proceso busca repartir de manera equitativa las contribuciones que cada vecino debe aportar, asegurando así una distribución justa de los recursos y responsabilidades dentro de la comunidad.
La práctica de amillarar es fundamental para mantener el equilibrio y la cohesión social en entornos rurales.