El término amoratarse se refiere a la acción de ponerse morado, es decir, adquirir un tono púrpura o violáceo en la piel.
Este fenómeno puede ocurrir por diversas razones, como una lesión, una contusión o una falta de oxígeno en los tejidos.
La palabra evoca una transformación visible que puede ser tanto un signo de daño como un indicativo de la respuesta del cuerpo ante ciertas situaciones.