El término amoscar tiene dos acepciones que reflejan su uso en el pasado y en el presente.
En su primera acepción, se refiere a la acción de mosquear o espantar las moscas, aunque esta forma es considerada anticuada y actualmente está en desuso.
La segunda acepción, más familiar, indica el acto de enfadarse, mostrando cómo el lenguaje evoluciona y se adapta a las costumbres y expresiones contemporáneas.