Las ruinas de Ampurias, ubicadas en el Golfo de Rosas cerca de la Escala en Gerona, son vestigios de la antigua factoría griega de «Emporion».
Fundada alrededor del 580 a.C.
por los focenses, esta colonia evolucionó desde una isla hacia la tierra firme, estableciendo un próspero comercio con los indígenas.
Su estructura, con calles irregulares y zonas como el ágora, refleja su importancia histórica y cultural, siendo un testimonio de la independencia y el desarrollo económico de la región.
Ruinas de la factoría griega de «Emporion», situada en el Golfo de Rosas, cerca del pueblo de la Escala (Gerona, España). Aun continúan las excavaciones iniciadas a comienzos de siglo. Del examen de los textos históricos y de la arqueología se desprende qué en un principio (c. 580 a. de J.C.) los focenses se establecieron en la isla de San Martín Paleópolis y acaso sólo treinta años después pasaron a la tierra firme (Neápolis), donde comerciaron con los indígenas (indiketes). En un principio la colonia dependió de Massalia (Marsella), pero ya hacia el 500 a. de J.C. sus importaciones directas con Atenas y la emisión de moneda propia hacia el 430 prueban su independencia. La estructura de la Neápolis muestra una factoría comercial amurallada con fuertes torres y con un trazado de calles irregular; existen zonas amplias identificadas con el ágora y la stoa (mercado); en su interior se alzaban templos dedicados a Zeus Serapis y a Asklepios (Esculapio). La larga vida de la factoría, que perduró hasta la época helenística, impuso múltiples transformaciones en su trazado. En tiempos de César se estableció a su lado una colonia amurallada de la que se conocen ya varias zonas: dos villas, el área del foro y algunas de sus calles. En época paleocristiana se levantó una basílica en la Neápolis y a su lado se han descubierto varios sarcófagos de la necrópolis paleocristina. En los alrededores del área y aun dentro de ella se conocen las necrópolis, desde las más antiguas (El Portitxol, siglo vi), hasta las de época romana tardía. Son muy interesantes dos necrópolis de los siglos viii-vii pertenecientes a la población de los campos de urnas de Indika.
Los hallazgos más interesantes de época griega son: una cabeza de pantera en bronce y la estatua de Esculapio, un torso de Venus y una cabeza de Afrodita en mármol. De época romana cabe señalar una cabeza de bronce perteneciente a una dama y otra en mármol, ambas de la época flavia. Varios mosaicos se han hallado en la ciudad, entre los cuales destacan el de Ifigenia y el llamado «de los peces».
La ciudad prolongo su vida en la alta Edad Media, pues en época visigótica fue sede de un obispado, pero, tras arrastrar una lánguida existencia, recibió el golpe de gracia con la invasión árabe.