El término amurillar tiene su origen en el español de Venezuela, donde se utiliza para referirse a la acción de aporcar, que implica acumular tierra alrededor de una planta para favorecer su crecimiento.
Además, también puede significar acollar, que se relaciona con el acto de colocar un collar o un arnés en un animal.
Estas acepciones reflejan la riqueza del lenguaje y su conexión con prácticas agrícolas y ganaderas.