El término andallo es una interjección de uso antiguo que se empleaba para expresar sorpresa o asombro, similar a un ¡anda! En la actualidad, esta palabra se considera arcaica y ha caído en desuso, lo que la convierte en un ejemplo interesante de la evolución del lenguaje.
Su uso refleja cómo ciertas expresiones pueden perder relevancia con el tiempo, dejando un vestigio de la cultura lingüística pasada.