El anemómetro es un instrumento esencial en meteorología, diseñado para medir tanto la dirección como la fuerza del viento.
Su funcionamiento permite obtener datos precisos sobre las condiciones atmosféricas, lo que resulta fundamental para diversas aplicaciones, desde la navegación hasta la agricultura.
Conocer la velocidad y el sentido del viento ayuda a predecir cambios climáticos y a tomar decisiones informadas en múltiples campos.
m. Instrumento para medir la dirección y la fuerza del viento.
Segundo diccionario: anemómetro
Instrumento que se utiliza para medir la velocidad o la presión del aire en movimiento. Los tres tipos más corrientes son: el de Robinson o de cazoletas, empleado especialmente en los observatorios meteorológicos; el de paletas, muy a propósito para medir la velocidad del aire en conductos de ventilación, y el tubo de Pitot, que mide simultáneamente las presiones estática y dinámica, de cuyos valores puede deducirse fácilmente la velocidad de la corriente gaseosa. Aunque este último se puede considerar como un anemómetro capaz de suministrar indicaciones con un error mínimo, su descripción se encontrará en el artículo Pitot, Tubo de.
El anemómetro de Robinson consiste en tres o cuatro cazoletas hemisféricas fijadas en los extremos de otros tantos radios equidistantes que se reúnen en un cubo o centro solidario de un eje vertical. Esta rueda de cazoletas gira, independientemente de la dirección del viento, en virtud de la presión que el aire en movimiento ejerce en el interior de aquéllas. El eje se conecta mediante un juego de engranajes a un dispositivo contador de vueltas que suministra las indicaciones de velocidad directamente en kilómetros, o fracciones de kilómetro, por hora. En otros modelos, el eje acciona un pequeño generador eléctrico, cuya fuerza electromotriz fluctúa de acuerdo con la velocidad del viento y permite medirla. El anemómetro da resultados muy satisfactorios cuando se ha calibrado previamente, por comparación con otro patrón, dentro de la gama de velocidades que ha de medir. En el anemómetro electrónico de Gurley, empleado para medir velocidades pequeñas del viento o rachas, la rotación de las cazoletas produce pulsaciones en un circuito electrónico encargado de controlar la corriente continua que atraviesa el dispositivo registrador.
Los anemómetros de paletas son parecidos a un pequeño molino de viento y pueden sostenerse en la mano; suministran sus indicaciones mediante agujas o manecillas que, accionadas por el eje de la rueda de paletas, se mueven sobre un círculo graduado. Los anemómetros de este tipo pueden medir pequeñas velocidades del aire, como las que se producen en una trampilla de ventilación.
El anemómetro de Dines, ideado para registrar velocidades medias y ráfagas cerca del suelo, consiste en un tubo orientado constantemente hacia el viento mediante una veleta. La presión producida por el viento en el interior del tubo, que depende de su velocidad, puede medirse y registrarse por diferentes procedimientos. En el anemómetro de freno de Friez, un resorte impide que una rueda de 32 cazoletas gire por la acción del viento. La tensión del resorte, que es una medida de la velocidad del viento, se transmite al mecanismo registrador mediante un motor sincrónico.
