Los anestésicos son sustancias que pueden producir anestesia, es decir, bloquear temporalmente la sensibilidad al dolor y al tacto.
Estos agentes farmacológicos son utilizados en procedimientos médicos y quirúrgicos para garantizar que los pacientes no sientan dolor durante la intervención.
Gracias a los anestésicos, se pueden realizar operaciones que de otra manera serían insoportables para el paciente.
adj. y s. m. Med. Se dice de las sustancias como el éter, cloroformo, etc., que tienen la propiedad de causar anestesia.
Los anestésicos son agentes farmacológicos capaces de bloquear temporalmente la sensibilidad táctil y dolorosa, ya sea en todo el cuerpo o en una zona específica de este.
Su aplicación es fundamental en procedimientos médicos y quirúrgicos para evitar el dolor en los pacientes, permitiendo realizar intervenciones que, de otro modo, serían intolerables.
Existen diferentes tipos de anestésicos, clasificados según su vía de administración y el alcance de su efecto.
Los anestésicos locales actúan sobre una región concreta del cuerpo, impidiendo la transmisión de señales nerviosas en esa área específica.
Por otro lado, los anestésicos generales afectan al sistema nervioso central, induciendo un estado de inconsciencia que permite realizar cirugías mayores sin que el paciente experimente dolor o tenga recuerdos del procedimiento.
Ejemplos de uso: "El médico utilizó un anestésico local para adormecer la zona antes de realizar la pequeña cirugía".
"Durante la operación, se administró un anestésico general para asegurar que el paciente permaneciera inconsciente y sin dolor".
"La lidocaína es un tipo de anestésico muy usado en procedimientos dentales".
"Antes de aplicar el anestésico, el anestesiólogo explicó al paciente todo el proceso".
"El descubrimiento de los anestésicos ha revolucionado la medicina, permitiendo intervenciones quirúrgicas que antes eran impensables".