Un animal doméstico es aquel que vive en compañía o en dependencia del ser humano, adaptándose a su entorno y necesidades.
A diferencia de los animales salvajes, estos seres no son susceptibles de ser utilizados para la ocupación o trabajo, sino que suelen ser parte de la vida cotidiana de las personas, brindando compañía, afecto y, en algunos casos, protección.
Su relación con los humanos es fundamental en diversas culturas.