Los animales utilizan colores llamativos en su plumaje o piel como forma de exhibición durante la época de apareamiento.
En aves, los machos suelen lucir colores más vistosos que las hembras para atraer la atención y alejar a otros machos competidores.
Esta exhibición puede reemplazar la lucha física, sirviendo al mismo propósito pero de manera menos agresiva.
Algunos peces también recurren a colores brillantes en el cortejo.
En ciertas especies de aves, como las combatientes europeas, los machos compiten mostrando sus colores para que la hembra elija al más llamativo.
En otros casos, la exhibición se dirige directamente a la hembra, como en el ave del paraíso.
animales: uso de colores como exhibición
El plumaje de las aves machos, mucho más vistoso y delicado que el de las hembras, suele emplearse como motivo de exhibición en la época del celo. En ocasiones la exhibición va encaminada a mantener alejados a los restantes machos. La exhibición parece remplazar al combate; sería una lucha simbólica que sirve al mismo fin que una real, pero con resultados menos perjudiciales para los contendientes. También algunos peces, como los gasterosteos, emplean sus brillantes colores en la época de celo.
Cuando la exhibición la hacen conjuntamente varios individuos, como ocurre entre determinadas aves, las combatientes europeas, la hembra escoge entre los diversos machos. Acaso influya el color en su decisión, impulsándola a elegir al macho que le resulta más llamativo. En otros casos la exhibición va dirigida directamente a la hembra; tal ocurre con la magnífica ave del paraíso.
El pavo real exhibe su plumaje con fines reproductivos. CC
Motivo de las coloraciones
La asombrosa variedad de colores brillantes que aparece entre las aves que habitan las cimas de los árboles de las selvas tropicales recuerda a la similar variedad de colorido que presentan los peces de un arrecife tropical.
Una justificación de esta riqueza cromática puede ser el que la profusión de hojas y ramas de la selva o la abundancia de intersticios entre corales y esponjas en los arrecifes tropicales proporcionan tan abundante protección y tantos refugios seguros que los colores no se ven influidos por el medio ambiente y pueden desarrollarse con toda libertad. También se ha indicado que ni los pájaros de la selva, rodeados de brillantes flores y coloreadas hojas, ni los peces situados entre vistosos corales y esponjas precisan alejarse mucho para encontrar un fondo homocrómico con sus propios colores.
Aunque frecuentemente se interpreta el color como estímulo visual, la pigmentación de algunos animales expuestos a la luz solar puede ser precisa para protegerlos de los rayos luminosos. Por ello el color blanco de los osos árticos o las tonalidades pálidas de los animales del desierto pueden tener un importante efecto sobre la fisiología del organismo en cuestión.
El color blanco del oso polar no solo permite camuflarse con el paisaje donde habita, también sirve de protección de los rayos del sol y peligroso reflejo en la nieve. CC
Si los animales no son transparentes, forzosamente han de estar coloreados. Es probable que sus pigmentos sean subproductos del metabolismo, resultado de procesos vitales o acaso simples sustancias de desecho acumuladas en los tejidos o tegumento.