El anolí de la Carolina, conocido científicamente como Anolis carolinensis, es un pequeño reptil que alcanza unos 18 cm de longitud.
Su cuerpo está cubierto de diminutas escamas y presenta un característico saco gular en los machos, que pueden expandir en forma de abanico.
Este animal, con cuatro dedos en cada extremidad adaptados como ventosas, destaca por su capacidad de cambiar de color, pasando del verde al pardo oscuro en situaciones de estrés.
Anolis carolinensis. Pequeño reptil, parecido al caimán, que mide unos 18 cm de largo. Tiene el cuerpo recubierto por diminutas escamas y la piel plegada alrededor de la garganta (saco guiar). Los machos pueden distender estos plieges en forma de abanico.
El anolí tiene cuatro dedos en cada extremidad, los cuales están dilatados y sirven a modo de ventosas. Está mejor adaptado para saltar y trepar que para correr.
La capacidad de este animal para cambiar de color es de lo más curioso. Cuando lucha o duerme, su coloración es verde, pero el abdomen blanco. Si se asusta, su color pasa bruscamente a pardo obscuro. Los anolís se crían frecuentemente para servir de juguetes a los niños.