La palabra antana se utiliza en el lenguaje coloquial para referirse a la acción de llamarse uno de manera informal.
En este contexto, se relaciona con la expresión andana, que implica un tono desenfadado o juguetón al referirse a uno mismo.
Esta acepción refleja cómo el lenguaje evoluciona y se adapta en diferentes entornos, mostrando la riqueza y diversidad del español en su uso cotidiano.