La capacidad que posee el organismo de combatir la infección depende en gran medida de la presencia en la Sangre y Linfa de substancias complejas que actúan contra las bacterias u otros elementos extraños y nocivos. En virtud de su actividad protectora e inmunizante tales substancias reciben el nombre de anticuerpos. Estos son específicos en su acción: así, un anticuerpo capaz de proteger contra los bacilos de la difteria no actúa contra los estreptococos de la escarlatina. Los anticuerpos se producen en el organismo como respuesta a la invasión de bacterias específicas u otras substancias o cuerpos extraños. Los microorganismos, cuerpos o substancias invasores se denominan antí-genos. Por tanto, un anticuerpo sólo protege contra el antígeno que estimula su producción. Véase Inmunidad Y RESISTENCIA A LAS ENFERMEDADES; ALERGIA; Linfa y sistema linfático.
La mayoría de los antígenos son proteínas extrañas (proteínas que no se encuentran normalmente presentes en los tejidos ni son producidas en los tejidos del organismo en cuestión). La palabra antígeno alude no sólo a las bacterias y otros microorganismos, sino también a las toxinas y fermentos producidos por ellos. Las células de un animal transplantadas a los tejidos de otro de especie diferente se convierten en antígenos. Los aglutinógenos característicos de los Grupos sanguíneos son antígenos. Las substancias que producen alergia son asimismo antígenos, llamados a menudo alergenos. Aunque un anticuerpo sólo sea eficaz contra un antígeno, éste puede producir varios anticuerpos capaces de destruirlo.
Los anticuerpos se designan de acuerdo con la actividad que ejercen contra los antígenos. Así, las lisinas disuelven a sus antígenos; las opsoninas modifican las superficies de sus antígenos para que los fagocitos puedan engullirlos más fácilmente; las Aglutininas aglutinan a sus antígenos; las precipitinas los precipitan. Otros nombres de los anticuerpos señalan el antígeno contra el que luchan. Por ejemplo, las antitoxinas neutralizan las toxinas solubles; las bacterio-lisinas disuelven las bacterias; las bacterioopsoninas preparan las bacterias para su destrucción por los fagocitos; las cito toxinas destruyen células de varias clases.
La sangre y linfa de casi todos los animales contienen una substancia no específica llamada complemento, capaz de destruir bacterias y otras células extrañas. La cantidad de complemento no aumenta durante la inmunización, pero participa en el proceso y puede ser reducida por factores como las infecciones persistentes y la anemia. Para destruir las células invasoras ha de unirse a éstas por medio de los anticuerpos llamados amboceptores. Las lisinas y citotoxinas pertenecen a este tipo. La unión de antígenos, amboceptor y complemento se conoce por fijación del complemento o fenómeno de Bordet Gengou. En este fenómeno se basan numerosas pruebas de laboratorio para determinar la existencia de infecciones, como la de Wassermann para diagnosticar la Sífilis. Véase Wassermann, Reacción de.
Aunque no se conoce bien la procedencia de los anticuerpos, parece ser, sin embargo, que los órganos linfáticos, el Bazo y la medula ósea están particularmente relacionados con su producción, aunque es probable que se formen en cualquier punto del organismo donde se concentre el antígeno.
Cantidad de letras, vocales y consonantes de anticuerpos y antígenos
Palabra inversa: sonegítna y sopreucitna Número de letras: 21 Posee un total de 9 vocales: a i u e o a í e o Y un total de 12 consonantes: n t c r p s y n t g n s
¿Es aceptada "anticuerpos y antígenos" en el diccionario de la RAE?