m. Amér. Paño, lienzo o tela que se pone sobre el respaldo de sofás y butacas en general, para resguardarlos, impidiendo que se manchen.
Un antimacasar es un pequeño tapete colocado encima de los respaldos o reposabrazos de sillones, butacas y sofás, con el propósito de proteger la tapicería de ensuciarse.
Los antimacasares también pueden ser elementos decorativos. Algunos diseños pueden incluir encajes, bordados o patrones intrincados que agregan un toque estético a los muebles.
El término se deriva del aceite de Macasar, una loción para el cabello usada en el siglo XIX. El estilo de cabello engrasado era tan popular en las épocas victoriana y eduardiana, que las amas de casa empezaron a cubrir los brazos y respaldos de los muebles con telas que se pudieran lavar, para prevenir manchas en la tapicería.
Alrededor de 1850, estos tapetes empezaron a llamarse antimacasares. Desde 1865, también se colocaron en las butacas de los teatros.
Con el tiempo, los antimacasares pasaron a tener diseños elaborados, incluso haciendo juego con los muebles y la tapicería del salón.
Se podían hacer en casa o comprar, utilizando técnicas de ganchillo o frivolité. Los primeros tapetes eran rígidos y blancos, pero más adelante se empezaron a confeccionar con tejidos bordados en lana o seda. Sin embargo, con la llegada del siglo XX, estos dejaron de utilizarse.
Además de los muebles, los antimacasares de tela también se usan en los respaldos de los asientos de vehículos de transporte de pasajeros, como trenes, autobuses y aviones.
En la actualidad, los antimacasares no son tan comunes en el hogar como antes, ya que la mayoría de los sofás y sillas tienen tapicería que se puede limpiar fácilmente.
Los antimacasares actuales pueden estar hechos de diferentes materiales, como algodón, lino, seda o incluso plástico. Pueden tener colores y diseños variados, para adaptarse al estilo de la decoración del espacio.
♦ Variante: antemacazar (en desuso).
Ejemplos de uso: "los antimacasares pueden lavarse a mano o a máquina, dependiendo del material y las instrucciones del fabricante"
"Mi abuela aún sigue tejiendo antimacasares de crochet".
"Tenía sobre el regazo un trabajado antimacasar y había una cesta de sedas de colores encima de un taburete junto a ella", Sherlock Holmes. Relatos 2 (Los mejores clásicos) - Sir Arthur Conan Doyle - 2015
"Le indicó el sillón más próximo al fuego con los brazos bordados y un antimacasar en el respaldo para protegerlo de la brillantina que solían ponerse los caballeros", Marea incierta (Detective William Monk 14) - Anne Perry - 2019
Etimología u origen de la palabra antimacasar: De anti- y macasar (cierto aceite que se usaba para el cabello), a su vez del francés macassar, abreviatura de [huile de] Macassar "[aceite de] Macasar", por considerarse que sus ingredientes eran originarios de esta ciudad indonesia.