El término ántrax se refiere a una infección cutánea que se manifiesta como tumores inflamatorios, similares a furúnculos, pero que afectan capas más profundas de la piel.
Esta afección, causada por el estafilococo, se presenta con una tumefacción dura y roja, acompañada de dolor y síntomas generales como fiebre.
Al abrirse, el ántrax supura por múltiples aberturas y puede dejar cicatrices.
Su tratamiento incluye antibióticos y cuidados específicos para aliviar el dolor.
Tumores inflamatorios similares a los furúnculos o foliculitis pero que afectan capas de la piel más profundas y al abrirse supuran por más de una abertura; como los furúnculos, se deben al estafilococo. Son más frecuentes en los ancianos y en donde la piel es más gruesa, como el dorso del cuello y tronco, hombros, caderas o muslos.
El ántrax comienza con una tumefacción aplanada, dura y roja que puede alcanzar el diámetro de una naranja; suele ir precedido de dolor quemante en el lugar de la infección, escalofríos, fiebre y malestar general. Guando el absceso se abre, la piel se perfora y supura por varios sitios; cura entonces y deja una profunda cicatriz.
El ántrax no debe exprimirse o apretarse. La penicilina y antibióticos similares administrados por vía intramuscular y cerca del área de infección pueden en muchos casos detener su progreso. Durante el estadio agudo pueden utilizarse compresas calientes para aliviar el dolor. En algunos casos puede recomendarse la roentgenoterapia.