El término anublado o anublada proviene del participio pasado de anublar, que se refiere a la acción de cubrir algo con nubes o hacer que se torne menos claro.
Además, en un contexto más específico, se relaciona con el significado de ciego, en su primera acepción, indicando una falta de visión o claridad.
Así, estas palabras evocan imágenes de confusión o falta de luz, tanto en lo físico como en lo metafórico.