El término apacorral se refiere a un árbol gigantesco originario de Honduras, conocido por su imponente tamaño y características únicas.
Su corteza, de un sabor sumamente amargo, es utilizada por los campesinos como un remedio tónico, destacando su importancia en la medicina tradicional.
Este árbol no solo representa una parte del ecosistema local, sino que también refleja el conocimiento ancestral sobre las propiedades curativas de la naturaleza.