El término apelde tiene dos acepciones significativas.
En primer lugar, se refiere al toque de campanas que se realiza en los conventos de la orden de San Francisco antes del amanecer, marcando un momento de recogimiento y oración.
En segundo lugar, se utiliza de manera familiar para describir la acción de apeldar, que implica un acto o proceso relacionado con este término.
Ambas acepciones reflejan la conexión entre la tradición y la práctica religiosa.