El antimonio es un elemento químico con diversas aplicaciones industriales que destacan en varios sectores.
Entre sus principales usos se encuentran la fabricación de cojinetes, donde se combina con otros metales para crear aleaciones como el Babbitt, y en la industria de la impresión, donde se utiliza para elaborar tipos de imprenta.
Además, se emplea en la producción de perdigones, recubrimientos de cables y soldaduras, gracias a sus propiedades únicas.
aplicaciones industriales del antimonio
Dos de los más importantes consumidores de antimonio son los fabricantes de cojinetes y las imprentas. También se emplean grandes cantidades en la fabricación de perdigones y balines para granadas de metralla, recubrimientos de cables, placas de acumuladores y en la soldadura. Mezclado con el estaño y el cobre, ambos metales blandos, produce la aleación Babbitt, dura, que se utiliza para construir cojinetes, y el metal Britania para cubiertos. Con el estaño y el plomo forma una aleación que conserva la propiedad del antimonio de dilatarse al solidificar y de ser además dura; gracias a la primera la aleación rellena por completo hasta los menores detalles de un molde y en virtud de la
segunda los objetos moldeados resisten bastante bien a la deformación; de ambas se aprovechan los impresores para preparar los tipos de imprenta.