Las ceras son sustancias versátiles que tienen múltiples aplicaciones en diversos campos.
Se utilizan en la fabricación de velas, especialmente las litúrgicas que requieren un porcentaje específico de cera de abejas.
Además, son esenciales en la creación de ungüentos, pomadas y emplastos medicinales, así como en la elaboración de papel encerado y en el acabado de tecidos.
La cera de carnauba y la cera de parafina son ejemplos destacados de su uso industrial y médico.
aplicaciones y usos de las ceras
Las ceras se utilizan para fabricar velas —las de uso litúrgico deben contener unos porcentajes determinados de cera de abejas—, en la impresión de discos de gramófono, para preparar ungüentos, pomadas y emplastos medicinales, encáusticos para suelos y muebles, papel encerado, como aislantes, en el acabado de tejidos, etc. La cera de carnauba, la más dura de todas, se usa en la industria de los barnices, en la preparación de cremas para el calzado y para impregnar el papel carbón o de copiar. La cera de parafina se usa para incluir muestras histológicas y facilitar su corte en el micrótomo.