Apolo es uno de los dioses más importantes de la mitología griega, siendo venerado como el segundo en importancia después de Zeus.
Es hijo de Zeus y Leto, y hermano gemelo de Artemisa.
Nació en la isla de Delos y es conocido por ser el dios del castigo y del exterminio, disparando flechas mortales con su arco.
Se le atribuyen todas las muertes repentinas debido a esta característica.
Biografía de Apolo
Uno de los dioses de los griegos más grandes y el más conocido y adorado después de Zeus.
Hijo de Zeus y Leto (Latona), y hermano gemelo de Artemisa. Nació en la isla de Delos.
Fue adorado como el dios del castigo y del exterminio que con su arco tenso disparaba flechas que producían la muerte, por este motivo se le atribuían todas las muertes repentinas.
Era el dios protector de los alumbramientos y padre de Esculapio, dios de la medicina.
También era considerado como el dios de la profecía, particularmente en Delfos, Delos y Bránquida.
Fue el dios del canto y la música, protector de los poetas y director del coro de las nueve musas.
Como dios de los rebaños y pastores fue gran protector de Admeto.
Influyó en la fundación de varias ciudades ya que ninguna colonia griega fue fundada sin el consejo de su oráculo, que ejercía también gran influencia en la vida política del país.
Como dios del Sol, se le consideraba también dios de la luz del espíritu. Poseía el poder de destruir o dar vida mediante los rayos solares.
Fue sobre todo el dios de los dorianos, cuya preponderancia en Grecia hizo aumentar la influencia del dios.
El primer templo dedicado a Apolo fue construido en Roma, el año 430 a. de J.C.; se le invocaba como al dios que con su poder sanaba las enfermedades de los mortales.
El lobo, el cisne, el cuervo, el gallo y el grajo eran animales consagrados al dios Apolo.
El Apolo de Belvedere, la estatua más famosa del dios, ahora en el Vaticano, tiene unos 2,24 m de altura y se cree que es una copia romana de una estatua de bronce, votiva, de Delfos, probablemente del siglo III a. de J.C.