La palabra apretadera se refiere, en su sentido más literal, a una cinta o cuerda utilizada para apretar objetos, asegurando su sujeción.
Sin embargo, también tiene un uso figurado y familiar, donde describe las presiones o instancias que se ejercen sobre alguien para que cumpla con una solicitud o exigencia.
Así, la apretadera se convierte en un símbolo de la coacción en diversas situaciones.