En el ámbito ganadero, apriscar consiste en reunir al ganado en un aprisco, que es un espacio cerrado donde se resguardan los animales.
Esta labor es fundamental para mantener el control y la protección del rebaño, evitando extravíos o daños.
Se lleva a cabo de forma ordenada, guiando a los animales hacia el recinto con la ayuda de perros pastores, caballos u otros medios, y una vez dentro se cierran las puertas para evitar fugas.
En el campo de la ganadería, apriscar se refiere a la acción de recoger el ganado en un aprisco, que es un recinto o corral donde se resguarda a los animales. Es una tarea esencial para mantener el control y la seguridad del rebaño, ya que permite tener un conteo exacto de los animales y previene que se extravíen o sufran algún tipo de daño.
El proceso de apriscar implica dirigir de manera ordenada a los animales hacia el aprisco, utilizando diferentes técnicas y herramientas como perros pastores, caballos o incluso la propia mano. Una vez dentro del recinto, se procede a cerrar las puertas o barreras para asegurar que los animales no puedan escapar.